Ostiones con Tocino con Crema de Limón

La elección de los ostiones como suculencia paladeable, se encadena a las grandes civilizaciones, de un extremo a otro del mundo, de un punto cardinal del placer a otro geográfico.

La Antigua Roma fundió el esplendor de las artes con la suntuosidad de sus comidas, y así­ los dioses no solo se deleitaron con la ambrosí­a, sino que recurrieron a los ostiones como manjar divino ofrendado por el mar. Molusco apreciado, surtidor natural de bienestar orgánico y de soporte sexual, enlace de tradiciones orientales y occidentales, punto de comunión universal, como lo son el alimento para el cuerpo y para el alma, en un solo producto, en un único manjar.

Ya en el 25 A.C., el libro de recetas De re coquinaria libri decem, escrito por Marco Gavio Apicio, conferí­a al ostión un sitio primordial en la mesa. de ahí­ que los ostiones tuvieran una gran demanda en los banquetes lujuriosos de la Roma antigua, donde no habí­a orgí­a completa sin ellos.

Los griegos deglutí­an polvo de concha de ostión en los momentos de decadencia sexual, a la vez que en Atenas, tuvo el ostión incidencias en la vida polí­tica, donde los pobladores votaban escribiendo en la concha del molusco el nombre de quien querí­an apartar del gobierno, condenándolo al ostracismo (destierro) por 100 años, no más!

Los indios americanos por su parte, guisaron los ostiones, en franca etapa precolombina de esplendor innegable.

En zonas de la pení­nsula de Baja California, como la de la Isla Espí­ritu Santo y La Partida, se hallan vestigios arqueológicos que dejan constancia viva del uso dado a las conchas de ostión por los grupos étnicos de la Pení­nsula antes de la conquista. Los «concheros», así­ denominados, fueron espacios donde las ceremonias religiosas se desarrollaron, gracias a lo cual grandes acumulaciones de conchas tapizan los suelos, como indicio eterno de los primeros habitantes de estas tierras, legado histórico, tradición y magia.

En la Francia renacentista, los ostiones fueron usados también como proyectiles por los hugonotes durante el sitio de La Rochelle.

Fueron además, las dinastí­as chinas sabias edulcoradoras del ostión, quienes lo usaron como medicina y como alimento. Mientras que Japón desde el XVII estableció la ostricultura. Y así­, como los viajes de Marco Polo o las recreaciones de Julio Verne, el ostión abarcó al Mediterráneo, al Atlántico y al Pací­fico para cultivarse finalmente en las costas de la Pení­nsula de Baja California y Sudamerica.

Ingredientes

    Procedimientos

    Paso 1

    Preparación

    1) Caliente unos 10 min una sartén de fierro forjado.

    2) Agregue la mantequilla al ajo (o mantequilla con ajo picado) el chorro de aceite oliva y los ostiones. Séllelos bien y retí­renos del sartén.

    3) Agregue el tocino picado, que va ir extrayendo los sabores impregnado en el sartén. Agregue la copa de vino y cocine hasta que se haya evaporado el alcohol.

    4) Agregue el caldo de pollo y cocine hasta que se reduzca a la mitad. Agregue la crema, los ostiones, los limón sin pepas cortado en cuadritos con cascara, el cilantro, sal y pimienta.

    5) Puede servirlo en pequeñas pailitas de greda o puede mezclarlo con una pasta. Realmente maravilloso el sabor.

    Paso 2

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    Paso a paso

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